libros en la puerta B04 | shorts at the gate E02
aquí os dejo una lista de recomendaciones que nadie me ha pedido. | there are some hidden gems in the digital world that make me laugh, see the beauty of life, or understand things better.
(English text below - click here to proceed to Gate E02)
Puerta B04
Últimamente leo poco, no me escondo. Ojalá tener tiempo para esconderme, entre libros, donde mis pensamientos no puedan encontrarme. Porque es ahí donde mejor me encuentro. De hecho, es ahí donde me encuentro.
Me acuerdo bastante a menudo de libros que en su momento me absorbieron, y me hace sentir como cuando te viene a la cabeza un primer amor o el mejor amigo/a de la infancia.
Aquí os dejo una lista de recomendaciones que nadie me ha pedido. (En la Gate B03 tenéis recomendaciones en inglés de las cuales siempre podéis leer la traducción al español).
Los nombres propios de Marta Jiménez Serrano.
Una historia delicada y honesta sobre crecer, sobre la vida, sobre cualquiera de nosotros. Leerlo fue como volver a la infancia, como arropar a la niña pequeña que sigue dentro de mí.
Luminosa y emocionante, Los nombres propios es una indagación sobre la identidad y la relación que establecemos con el mundo que nos rodea. […], reflexiona acerca de cómo llegamos a convertirnos en quienes somos, sobre el hecho mismo de crecer y la manera en que lo hacemos: aprendiendo a nombrar aquello que nos importa.
Atención: Muy intenso. Si te sientes lejos de casa, puede doler.
Seré feliz mañana de Xacobe Pato.
Uno de mis libros favoritos. Cercano, divertido, ocurrente. Saca conclusiones imprevisibles de escenas cotidianas. Me sentí arropada leyéndolo. Si yo escribiese un diario, esto es lo que me querría escribir.
Seré feliz mañana es ese diario o, al menos, tiene la forma de un diario, pero en realidad es un conjunto de destellos, un delicado homenaje a las pequeñas cosas. Una oda a la cotidianidad que entraña el íntimo deseo de retener lo que se marcha, la voluntad de encontrar la alegría, la ironía y la belleza en lo común. Es, en fin, un recordatorio de que la felicidad no hay que dejarla para otro día, que la felicidad es aquí y ahora.
Nota: Lo recomendaría a todo el mundo en cualquier momento, sólo puede hacerte sentir mejor.
El peligro de estar cuerda de Rosa Montero.
Lo leí en un momento que necesitaba medicina y este libro lo fue. Habla de la creatividad, de sentirse diferente, de ser diferente. Te deja con el corazón encogido y solo puedo dar las gracias a Rosa Montero por crear esta maravilla.
Ensayo y ficción se dan la mano en esta exploración sobre los vínculos entre la creatividad y la locura, y así el lector asistirá en directo al mismo proceso de la creación, descubrirá la teoría de "la tormenta perfecta", esto es, que en el estallido creativo confluyen una serie de factores irrepetibles, químicos y situacionales, y compartirá la experiencia personal de cómo Rosa Montero vivió en directo, y durante años, muy cerca de la locura.
Nota: Especialmente indicado para aquellas personas que escriben.
Recomendación adicional que nadie ha pedido: La ridícula idea de no volver a verte, otro libro suyo que no os podéis perder. Interesante, crudo, divertido. La mezcla perfecta de literatura, ciencia, amor y pérdida.
El cuaderno de Maya de Isabel Allende.
Leí este libro en agosto de 2011, cuando tenía quince años —y no es que me acuerde, es que tengo apuntados todos los libros que me he leído en una libreta que me regalaron en mi comunión. Y os digo esto porque, honestamente, no me acuerdo
muchode la historia. Lo que recuerdo es que era verano, que me senté en el sofá por la mañana, empecé el libro, me levanté para comer y mear, y no me fui a dormir hasta que lo acabé.
“Esta Maya me ha hecho sufrir más que ningún otro de mis personajes. En algunas escenas le habría dado unas cachetadas para hacerla entrar en razón, y en otras la habría envuelto en un apretado abrazo para protegerla del mundo y de su propio corazón atolondrado”.
—Isabel Allende
Nota: Grata compañía para tus vacaciones.
Recomendación adicional que tampoco nadie ha pedido: La casa de los espíritus. Nada más que añadir, mi señoría.
In Real Life de Leticia Sala.
Una novela narrada en poemas que cuenta una historia de amor en tiempos modernos. Amor en la distancia y lo que esto comporta. Anhelo, expectativas, deseo. Been there, done that. Sencilla y compleja.
En el libro de Leticia Sala, los personajes buscan la luz en el caos de la cultura moderna y sus deseos afloran a través de la respetuosa mirada de la autora.
Sus textos aportan una mirada femenina, con una escritura inteligente y afilada despliegan multitud de temas que nos interpelan el amor, los viajes, los animales, las inseguridades… con la omnipresencia de Internet en la vida social y afectiva de las nuevas generaciones.
Nota: Hay una edición en español y otra en inglés-español (casi casi misma idea que que esta newsletter), una fantasía si queréis practicar el inglés.
Tercera y última recomendación adicional no pedida: La newsletter de
y todo lo que dice y hace.¿Qué libros te han absorbido hasta el punto de perderte (o encontrarte)?
Gate E02
The digital world feels like a black hole where you can get lost in tons of shit. However, there are some hidden gems that make me laugh, see the beauty of life, or understand things (and/or myself) better. Here there is some cool stuff that I wanted to share with you.
The process of cooking or baking feels like magic to me. How does it happen? How is it even possible? These time-lapse videos of pastries and bread being baked are so satisfying and hypnotizing that they make you want to stay in that oven. They make you believe in magic. And also magical, the comment of Durex redefining the concept of food porn. I think I have been seduced by a croissant. I mean:
This column by Hanif Abdurraquib for The Paris Review that talks about the golden age of basketball movies. I could have never imagined that basketball could be so poetic. This paragraph:
When I play, I sweat. I sweat through my shirt with a ferocity and generosity that means my sweat might become yours during our tangling, and yours might become a part of mine. It would be easy to compare this intimacy to a fight, to the moment afterward when you assess the blood staining a shoe or a pair of pants, the damage, mapping out your wounds. But I think of it instead like dancing. Specifically, dancing in a packed and enthusiastic space, the point when you drift from whomever you came with and just find someone who is doing their best to mirror your energy. Sweat evenly exchanged, and it is clumsy, until it isn’t.
[…] To stay upright, or to grab onto the waist of someone you are too tired to keep chasing. Now, tell me again about the distance between competition and romance, between rage and necessity. Tell me the exact point where the distance collapses and everything blurs, for a moment, before something new comes into focus.
- Hanif Abdurraqib
It’s impossible for me to think of not being productive. Even when reading a book or watching a series I am checking out things from my must-read/watch list. When I go for a walk I call someone or listen to a podcast because otherwise, I am wasting my time. Will it ever be possible for me to do things with a nonproductive purpose, just for the fun of it? Will I ever go back to “playing”?This Tumblr post about the idea of playing brings some clarity.
Nothing has made me realise how different the new generations are growing up as this video, especially how they “write a letter”. It also made me realise how happy I am to belong to the last generation that writes letters on paper.
Summer is approaching and according to this post “we are wearing micro shorts this season”. Well, let me doubt it. The comments section in this post is not to be missed, the sense of female camaraderie is real.
The digital world is, with no doubt, an interesting world. What are your favourite digital highlights of the week?
Muchas gracias por tus recomendaciones tan bien explicadas 😍
Haciendo pantallazos de los libros y siguiendo ya a Leticia Sala 🫶🏼
Fan, me los apunto ya. Recomendaciones, además de cualquier cosa realismo mágico, Los bloques naranjas de Luis Diaz me enamoró demasiado.