comida en la puerta H01 | food at the gate H01
espero que os guste el destino de esta nueva puerta de embarque. | i hope you like the destination of this new boarding gate.
(English text below - click here to proceed to Gate H01)
Puerta H01
Cuando vivía en Barcelona, yo era la amiga foodie que buscaba y recomendaba restaurantes chulos y que cocinaba comidas sanas y ricas en casa.
Luego llegué a los Países Bajos y me olvidé de esta parte de mí. Los restaurantes son caros y mediocres, así que la idea de salir a descubrir nuevos lugares no me parecía para nada atractiva. He vivido en tres casas diferentes (no todas hogares). Las dos primeras cocinas, que compartía con otros compañeros de piso, estaban llenas de trastos y sucias. Más tarde me mudé a un apartamento diminuto con una cocina muy pequeña. Eso, sumado al hecho de que ya había perdido el hábito de cocinar, me hizo distanciarme aún más de ser creativa y disfrutar de esta parte de mi vida.
Esto cambió hace un año y tres meses, cuando conocí a mi pareja, que resulta ser chef. No os voy a mentir: no voy a decir que me ha hecho ganas de volver a cocinar —de hecho, estoy cocinando menos que nunca. Pero esto no es a lo que voy. El caso es que estar con él me hizo reconectar con la parte de mí que disfruta de la comida, los sabores y descubrir nuevos restaurantes y cocinas.
Empecé a prestar atención a cómo me hace sentir la comida, a lo que me apetece comer, a cómo lo como y a los recuerdos que ciertos alimentos me evocan. Además, empecé a leer artículos sobre comida y me encantan. Desde hace un tiempo se me van ocurrieron muchas ideas de ensayos que podría escribir sobre la comida y la vida.
No sé cómo hacerlo, pero pensé que podía hacerlo. Tenía sentido para mí: juntar dos de las cosas que más disfruto en la vida. Me di cuenta de que nadie me dice lo que puedo o no puedo hacer aquí, que construí esta newsletter de manera que me permitiera experimentar y hacer lo que quisiera con ella. Nadie me paga por lo que estoy escribiendo ahora, por lo tanto, soy libre de hacer lo que quiera.
Así que eso he hecho, he construido una nueva Puerta. Tan fácil como eso. Puede que no te hayas dado ni cuenta, pero aún así, aquí estás. Bienvenido/a a la primera Puerta H: Gastronomía.
Como todo lo que empiezo, no sé dónde va a ir, ni dónde va a acabar, ni siquiera si va a continuar. Pero eso no debería impedirme abrir la puerta, intentarlo, darle una oportunidad.
Escribiendo esto me he dado cuenta de lo mucho que mi entorno ha influido en mis hábitos y en mi forma de abordar las cosas que disfruto sin yo darme ni cuenta, sin tomar una decisión de manera activa. Así pues, esto es una llamada a volver a tu eje, a tu esencia. Esta puede cambiar con el tiempo, puede inclinarse o doblarse, pero puedes volver a encontrarla, tal vez incluso descubrirla por primera vez. Tal vez sea el momento de crear tu entorno, de construir tus propias puertas, de cocinar tu comida reconfortante o de experimentar con nuevos sabores. Lo que a ti te apetezca. Lo que tú necesites.
Quiero hacer una mención especial a la persona que me inspiró a empezar a escribir sobre comida. También va a empezar una newsletter muy pronto. Se llama Spoons and Flip-flops (un nombre muy chulo del que me atribuyo un poco de mérito).
es chef y escribe, tiene un alma dulce y un universo en su interior. Este es un llamado para que le de al botón de enviar porque expectante me hallo por empezar a leer sus palabras.Espero que os guste el destino de esta nueva puerta de embarque,
Gate H01
When I lived in Barcelona I was the foodie friend who would find and recommend cool restaurants and cook tasty healthy meals at home.
Then I came to the Netherlands and I forgot about this side of me. Restaurants are expensive and mediocre, so the idea of going out to discover new places was far from fulfilling. I’ve lived in three different houses (not all of them home). The first two kitchens, which I shared with other housemates, were cramped and dirty. Later, I moved into a tiny apartment with a very small kitchen. That, together with the fact that I had already lost the habit of cooking, made me detach even more from being creative and enjoying this part of my life.
This changed a year and three months ago, when I met my partner, who happens to be a chef. I am not going to lie: I won’t say that this made me feel like cooking again —actually, I am cooking less than ever. But that’s not my point. The point is that being with him made me reconnect with the side of me that enjoys food, flavours, and discovering new restaurants and cuisines.
I started paying attention to how food makes me feel, to what I feel like eating, to how I eat it, and to the memories that certain foods bring back to my mind. Also, I started reading food writing and I love it. For a while now I have been having a lot of ideas of essays that I could write about food and life.
I don’t know how to do it, but I thought I could do it. It made sense to me: to put together two of the things that I enjoy the most in life. I realised that no one tells me what I can or I can’t do here, that I built this newsletter in a way so I could experiment and do whatever I want with it. No one pays me for what I’m writing now, therefore, I’m free to do whatever I want.
So that’s what I did, I built a new Gate. As easy as that. You might have not even realised, but still, here you are. Welcome to the first Gate H: Food writing.
As everything I start, I don’t know where this is going to go, or where it’s going to end, or if it’s even going to continue. But that shouldn’t keep me from opening the door, from trying, from giving it a chance.
While writing this I realized how much my surroundings influenced my habits and my way of approaching the things I enjoy without me being aware of it, without making an active choice. Therefore, this is a call to go back to your axis, to your essence. This might change with time, it might tilt or bend, but you can find it again, maybe even discover it for the first time. Maybe it’s time to create your surroundings, to build your own gates, to cook your comfort food or to experiment with new flavours. Whatever you feel like. Whatever you need.
I want to make a special mention to the person who inspired me to start with food writing. He is also starting a newsletter very soon. It’s called Spoons and Flip-flops (a very cool name which I take a bit of credit for).
is a chef and he writes, he has a sweet soul and a universe inside him. This is a call for him to hit the send button I am expecting to start reading his words.I hope you like the destination of this new boarding gate,
Dios, que hermoso. Comparto el mismo sentimiento, esta plataforma me hizo conectarme conmigo misma y con mis raíces, ese "volver al eje": no siempre es fácil, para nada. Me encantó <3